domingo, 28 de junio de 2015

Ligero Síntoma Demencial.~

Me acabo de levantar de una reconfortante cama totalmente a mi disposición. 
Mi cabeza me da nauseabundas vueltas golpeándome ferozmente con fragmentos de fuertes recuerdos de la luna anterior. Sentía aún la asquerosa sensación de dolor en mi pecho y aquellos métodos que usé para adormecerlo ahora me atormentaban.
Hay luces violetas en una habitación oscura, ruido de voces, personas por doquier, música extravagante que auditivamente me deleita.  ¿Todo esto es real? ¿Qué pasó? ¿Qué sucedió? ¿Qué... Qué hice...?
Voy a refrescarme, abro la canilla delavabo para mojar mis manos y así llevarme el agua recolectada a mi cara. Despabila, reacciona, vamos. Cuadros, cuadros en enormes salones blancos. Mujeres desnudas en obras omnipotentes que alborotan aún mi caótica mente, una interesante jaula de aves más negra que muchas noches, más negra que esa noche, dentro suyo su órgano vital, rombo azul oscuro tridimensional y poco transparente en medio de él, sólo, flotando sin compañía. ¿Será mi alma? 
El agua se desliza sin recelo por mis pómulos, hidratando hasta mi cuello con sus gotas y mis manos empapadas dejando escapar todo entre ellas.  Manos, muchas. Retorcida sensación que despeinan mi cabello, a su vez me acarician el abdomen como si quisieran arrastrarme hacia algún lugar prohibido y mis piernas son atraídas hacia el firme suelo, queriendo que me quede ahí. Inmóvil sintiendo. Cierro y abro los ojos, no sé dónde estoy, si estuve o aún no me voy. Mirar mis ojos en el espejo reflejando tan vacío momento, me recordaré así. Qué mal.
Recordar, risas de dos personas conmigo, ojos, ambos muy familiares casi como si fueran o fueron míos. Marrón, Verde, Miel. Busco secar mi rostro con una toalla mientras estoy regresando a ya dicha cama. Tirándome boca arriba anulo toda posibilidad de juntar esos recuerdos en orden. Antes, después, ahora. ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? Mi cabeza está asesinándome sin piedad alguna y cerrar con fuerza los párpados no lo está solucionando. Rápido toco mi rostro con mis dedos queriendo adormecer la irritante sensación, comenzando a pasear mis dedos por mis rasgos de mis cejas cruzo un débil puente por mi nariz hasta navegar por mis labios. Trago saliva, algo es diferente.
Más luces violetas y cuadros y risas y ojos y manos y escenarios y juguetes y música. Siento, siento y no puedo dejar de sentir. Me tiro hacia atrás el pelo con ímpetu y respiro profundo, aprieto mi cabeza y mis sienes, elevando en forma de arco mi cuerpo. ¡GRITO! ¡GRITO! ¡AH! Pero mi voz no sale. Mi boca abierta por un beso interrumpido. Algo es colocado en mi lengua, pequeño y frío, el regreso de un beso acomoda dicho objeto bajo mi lengua. Para luego esos labios pasearse por todo mis rostro y orejas.
Me siento de golpe sobre el colchón, estoy bastante agitada y no escucho absolutamente nada. Sólo un pitido aturdidor. Sacudo mi cabeza casi bruscamente para recobrar sentido. Plazas, esculturas y fuentes, cuatro ruedas en pequeñas tablas donde mis acompañantes flotan, la estructura de un escenario sonando en medio de la naturaleza con sonidos burbujeántes e hipnóticos. Vuelvo a tumbarme sobre la cama y veo perdida al techo en la oscuridad. No veo estrellas ni veo satélites, no veo moscas metalicamente mutantes, no veo nubes. No veo. Olor a césped húmedo en mi cabello, un poco de sudor en mi ropa con manchas de suciedad. Compartí momentos de paz y de locura en la comodidad de la tierra, ¿no es cierto?
Recuerdo objetos coloridos volando entre nosotros, habilidades un poco subreales. Me quito toda la sucia ropa exponiendo casi en totalidad mi cuerpo y la dejo caer al piso sin importancia. Me siento más libre así, pero intento cubrirme con las sabanas aunque no puedo, algo me atormenta al rozar la tela con mi piel. 
Y mi cuerpo poseído por manos que no me dejan ir, o tal vez no quiero, no parezco oponerme y mucho menos resistirme. No se detienen en su labor, el color delugar, la música, las personas, me atrapan, me sostienen, me sienten. SIENTO. Mi vestimenta la arrugan y me descubren, mi cabello es tironeado con seducción y hace girar mi cuello sin piedad de maneras raras, labios que marcan mi labios, cuello, pecho, con una lengua que me humecta, pero mi cuerpo sigue casi inerte. Me dejo manipular, ver, sentir y saborear.  Verdes como un hechizo maligno me observan directo en los ojos al besarme, con rudeza muerde mi labio inferior y cierro mis ojos del dolor que regresa siempre de muchas maneras. Abro los párpados nuevamente en esa cama intentando otra vez arroparme hasta que noto bajo las frazadas un bulto humano que había ignorado, contra la pared, por esas memorias mezcladas que aturdían mi mente. Corro las sábanas intentado descubrir al dicho ser, al despertarlo simplemente me sonrió regocijándose por lo que había logrado conmigo y sujetándome del rostro me atrajo hacia ella besándome endemoñadamente mientras manos que salían de ningún lado y volvían a encadenarme con pasión para recorrerme como si fuera un libro en braille.


Aún con luces violeta y música extravagante partiéndome la cabeza.


-Irreales sucesos que salieron de un cuadro.~