viernes, 16 de noviembre de 2012

T.L.~♥

Bajé de un avión, perdida sin comprender lo que pasaba, tenía a una persona que aparentaba ser mi amiga. Caminamos por unas calles largas durante horas conversando, aún, yo, sin entender lo que sucedía, sólo sabía que algo en especial estaba buscando. ¿Pero qué? No sé, pero seguí yendo por esos caminos extensos acompañada de una chica quien me indicaba por dónde ir y cómo llegar a tales lugares. De pronto, una risa engañosa, volteo y ya no hay nadie a mi lado. Estoy sola, en un lugar que no sé dónde es y no conozco a nadie. Tal vez estuve sola desde un principio y mi imaginación me jugo una broma para guiarme.
Seguí caminando torpemente, cansada y con un poco de miedo, subí a la vereda, que era más como una pequeña colina, y quedé observando una casa. Al instante que la vi me había provocado una sensación punzante en mi pecho y no se me ocurría el por qué, aunque mi subconsciente sabía algo que yo no.
Me aproxime hacia dicho lugar y vi a una mujer cerca de aquél terreno vacío detrás de la casa. Confundida me acerqué y pregunte por una chica. ¿Cómo sabía ahora a quién buscaba? Mas no lo pensé y sólo esperé la respuesta de la señora. Tenía apariencia agradable y muy cortesmente me respondió con una sonrisa diciendo:

- ¿Por qué la buscas y por qué crees que yo sé de ella?
- No lo sé-respondí, y añadí:- Sólo que la necesito, y busco verla.

La muchacha me miró un tanto interesada y volvió a sonreír, yo aún seguía pensando porque buscaba a una chica. Si yo no sabía ni cómo, ni por qué, ni cuándo había llegado a éste lugar desconocido.

- Es mi hija, vive en ésta casa... Debe estar en su cuarto.
- ¿Es en serio? Acaso ¿Podría verla? -Pregunté perpleja.
- Supongo que sí podrías, ven a la entrada, la llamaré.

Caminamos hasta la puerta, ella entro y me pidió que esperara por aquélla chica a quién buscaba.
Pasaron unos tres o cinco minutos aproximadamente hasta que vi a alguien acercarse hasta donde yo me encontraba.

- Hola... -Dijo ella.

Sólo quedé observándola, no podía creer a quién, inconscientemente, había encontrado. Lagrimas empezaron a brotar por mis mejillas rosadas, no sabía por que lloraba y no podía hablar.
Me quedo mirando y yo no dejaba de llorar, pero estaba con una gran sonrisa.
La única palabra que pude decir fue:

- Perdón.-Y la abracé.

Me correspondió el abrazo y fue muy fuerte. Ya todo tenía sentido. Viaje, caminé por calles largas sin saber, con la vaga esperanza de encontrarla. Con la ilusión de por fin verla y conocerla.
Luego del largo abrazo me invito a pasar a su hogar.

Entré a su habitación, estaba llena de trajes de anime, almohadones con dibujos, viedeojuegos, figuras de acción, posters, mangas, libros y demás. Fuimos a la sala de estar y jugamos con su consola, algo que tanto habíamos hablado. Algo que para mí era muy especial.
Luego, de pasar el rato y de aún no creer que estaba a su lado, en su casa, en su país. Estaba más que feliz por estar compartiendo un momento real con ella y volví a llorar, ella me consoló y luego fuimos a caminar por su patio. Hablamos un rato y no lo pude evitar, la besé cerca de la comisura pero sin pretender absolutamente nada y la abrace. Necesitaba tenerla entre mis brazos.
Lo último que escuché fue:

- Gracias, Valen.

Cerré los ojos para disfrutar el abrazo y desperté.
Fue un sueño, me di cuenta que estaba llorando realmente y no podía parar. Me envolví en las sabanas y me desahogué.

No sé muy bien qué es extrañar, pero me gustaría saber de ella, sacarle una sonrisa o algo similar, pero ya no puedo y me duele.


















Ojalá estés bien, porque aún te quiero.~